Rafael Santandreu (Barcelona, 1969), es un psicólogo catalán autor del best seller Ser feliz en Alaska.
En este post recojo lo más interesante de la entrevista que le hicieron hace una semana en El NACIONAL.CAT, en la que muestra su filosofía sobre las relaciones de pareja, y que he sintetizado en 9 puntos muy claros y concretos que son los siguientes:
En este artículo:
1. Es una creencia irracional que necesitemos tener pareja para estar bien.
Somos más felices sin pareja que en pareja. No sólo no la necesitamos sino que es más fácil ser feliz sin ella.
Es una necesidad inventada que cada uno se crea, y que acabará mal por dos motivo:
· si no la encuentras o la pierdes te considerarás un desgraciado;
· y si la tienes no te dará la felicidad que tú te habías dicho que te daría, llevándote ello a la decepción, confusión y a la crisis. Y es que pedimos cosas a nuestras parejas que no están capacitadas para darnos.
2. ¿Cómo se puede evitar una ruptura?
No exigiendo nada aunque tengas razón. La exigencia es el factor mataparejas número uno. Todo deben ser sugerencias tales como “cariño, eres la persona más maravillosa del mundo, te pondría un 10 de nota, pero sería matrícula de honor si hicieses esto o lo otro”.
De esta forma se resta importancia al problema, teniendo tu pareja la opción de hacerlo o no.
3. Por qué hay más rupturas ahora que antes?
Porque antes las relaciones eran imposiciones del hombre sobre la mujer. Uniones artificiales y no libres. Si las uniones son libres ya no se quiere estar juntos mucho tiempo. La historia de los matrimonios ha sido la de la compra de las mujeres por parte del hombre. Una forma de exclavismo. No tenían libertad.
4. Los humanos no estamos hechos para estar muchos años en pareja.
No debe extrañarnos que las parejas se separen. La tendencia irá a más y es normal. De hecho, haremos bien en separarnos, dado que en realidad no estamos hechos para estar en pareja mucho tiempo.
Debemos estar los menos años posibles. La pareja es algo artificial. El ser humano nunca ha estado en pareja hombre – mujer, ha estado en formación de tribus pero no en pareja hombre – mujer. De hecho no lo hace ningún mamífero. Es algo muy extraño.
Para las personas es aburrido, cansado y muy pesado estar en pareja. Mata el deseo sexual.
5. El deseo sexual desaparece a los 3 años y el cansancio de la pareja llega a los 5 años.
Lo mejor sería no tener pareja nunca. No existe posibilidad alguna de reenamorarse ni de recuperar el deseo sexual.
Hay que buscar otra persona.
6. Separarse es muy normal.
No debe verse como un fracaso personal o como que el otro te ha hecho una putada. Es lo más natural y razonable. Si no se hace hincapié en ello la gente sale de la separación con una sensación de pérdida y de fracaso, cuando lo sucedido es lo más normal del mundo.
El 50% de las parejas jóvenes no duran más de 10 años, y en 20 años se separará el 90%.
7. No separarse por los hijos.
El problema no es la separación sino separarse mal.
Los problemas vienen del rencor y las peleas. Si la separación se hace con naturalidad, amor y plena colaboración, los niños estarán estupendos y los entrenarás para cuando sean mayores y se separen de sus parejas.
Una separación bien hecha no es un problema para los hijos. El problema es cuando los padres se ponen histéricos por su propio sentimiento de culpa y fracaso. Deben darse las gracias por el tiempo que han estado juntos y prometerse una relación de amor y amistad para siempre.
Es absurdo dejar a una pareja. Separarse sólo debe suponer un cambio de concepto en la relación con alguien que has querido y conoces tan bien. Es una pérdida que no tenemos porqué tener.
8. La fidelidad es irracional.
Supone una represión inadecuada de deseos normales del ser humano. Tanto del hombre como de la mujer.
Ser infiel es una necesidad como beber agua para hidratarse. Los mamíferos no somos monógamos, sino promiscuos. Muy promiscuos.
Muchos se condenan a una vida sexual muy pobre debido a la imposición de la fidelidad. Existe mucha infelicidad provocada por el descubrimiento de la infidelidad del otro, cuando realmente es la cosa más normal del mundo. Es como si nos enfadásemos mucho y tuviésemos una crisis de pareja cuando pillamos a nuestra pareja bebiendo una cantidad de agua correcta al día para hidratarse. Eso no tendría sentido por ser normal al pedirlo nuestro cuerpo, y la infidelidad es exactamente lo mismo. No hay nada más racional en el mundo.
El 50% de los hombres y el 33% de las mujeres son infieles varias veces a lo largo de la relación, sin que en estos porcentajes se incluyan los que querrían serlo pero no lo hacen por no tener ocasión o no atreverse. Sumados todos, serían muchos más.
9. ¿Lo ideal no sería avisar y dejar la pareja antes de ser infiel?
No es recomedable. Lo ideal sería establecer relaciones abiertas de forma consensuada, pero Santandreu aprueba la infidelidad. El engaño.
Aunque lo ideal sería no engañar, nos vemos forzados a hacerlo porque la gente racional piensa que la promiscuidad está muy bien y se encuentra con que no puede desarrollar lo racional, porque la sociedad le castigaría de tal forma que le sería muy difícil encontrar pareja. Entonces viene la mentira.
Ese sinsentido respecto a la sexualidad, hace que la salida menos mala sea la infidelidad, y por eso es tan habitual.
Sé que en este tipo de posts es muy difícil que nadie se moje comentando, a pesar de ser los más leídos. Pero por intentarlo que no quede. Sólo pido que me digáis sobre lo expuesto en relación a la entrevista a Rafael Santandreu si estáis:
a) Muy de acuerdo.
b) De acuerdo.
c) En desacuerdo.
d) Muy en desacuerdo.
Vamos!!!
Photo Credit: Fundación Cajasol y Fotolia.
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Muy en desacuerdo. Santandreu supongo que habla desde su punto de vista y no como psicólogo. Sería penoso que intentará trasladar que habla desde un punto de vista mínimamente científico…una novelita para venderla a quinceañer@s inmadur@s….
Olvide comentar.
Este psicólogo ya se retrató cuando fue al programa de Andreu Buenafuente con un formulario de preguntas y respuestas, patético!!
Opino cono Cristina, estoy totalmente en desacuerdo con lo que comenta este señor, pero bueno, todo tiene que haber en la vida. Simplemente me parecen afirmaciones de cara a la galería y que de seguirse pues conllevaría lo que está pasando en la sociedad hoy en día, una absoluta pérdida de valores. Es cierto que afortunadamente los matrimonios de hoy en día no son como en el pasado, que más bien era una imposición del hombre frente a la mujer, pero de ahí, decir que iría mejor el mundo si se siguiese lo que afirma este señor, dista mucho. En fin, como he manifestado, menos mal que no todo el mundo opina y actúa como este señor. Me niego a pensar que ese es el pensamiento de la mayoría.
Una vez dicho esto, muchas gracias Oscar por publicar este fragmento de la entrevista, dado que el simple hecho de leerlo nos sirve pues para sentirnos afortunados de no pensar como este señor.
Un saludo.
A mi me gusta Santandreu. He leído varios de sus libros y me parecen interesantes. Ahora bien, no estoy del todo de acuerdo en lo que se transmite en este resumen. Cierto que muchas veces exageramos las reacciones a los problemas que pueden surgir en la pareja («terribilitis», según Santandreu) y que otras pensamos que no podemos vivir sin algo con lo que en realidad sí podemos («necesititis»). Yo creo que estos conceptos de Santandreu, que están en todos sus libros y son el eje en que se se basa su forma de abordar los problemas, se proponen para tratar de racionalizar el pensamiento puramente negativo y llegar a una respuesta menos visceral e hiriente para las partes… y eso me parece interesante. Sin embargo, no hay que olvidar que el matrimonio no es una institución cuyo fin último y único sea el puro disfrute que «justifique» un cambio de rumbo, así, sin más, en cuanto el tema se ponga poco satisfactorio. El matrimonio es un contrato que abarcar mucho más que eso y que al final afecta a terceros que son muy importantes (tanto o más que las partes), los hijos.. Es, pues, algo menos romántico, simple e intrascendente de lo que se plantea en el resumen. Por eso, yo diría, Oscar, que lo que refleja este resumen no sirve, en absoluto, para resolver problemas matrimoniales, aunque sí puede servir para aceptar errores propios, racionalizar los ajenos, tirar adelante…